Conseguir que las normas en casa funcionen es una tarea que nos da infinidad de dolores de cabeza. Lo que es peor, acabamos tan cansados y desesperados, que nos damos por vencidos y aparece el caos en nuestra vida.
Poner normas en casa en algo necesario y muy positivo. Todos tenemos normas en nuestra vida y enseñar a los más pequeños que ellos también las tienen, les va a ayudar a asumir esas normas en un entorno protegido y evitar de esta forma aprenderlas fuera, sin control ni nuestro amparo.
Hay varios puntos importantes que son muy aconsejables para establecer normas:
- Sé claro. Cuanto más mejor. Si puedes especificar el tiempo extra en el parque con minutos, será mucho mejor y menos polémico que "nos quedaremos más rato".
- Sé consecuente. Piensa las normas, los premios y consecuencias, bien antes de ponerlas. Piénsalas en equipo (ver la importancia del equipo). Una vez puestas vamos a respetarlas.
- Sé justo. Tanto en lo bueno como en lo malo. Cumple con lo dicho si quieres que él o ella haga lo mismo.
- Sé proporcionado. No permitas que tu impulsividad te haga equivocarte. Reflexiona antes de hablar. Recurre a los mississipis si hace falta. Si te has equivocado, recula y pide perdón.
- Sé detallista. Refuerza sus avances, sus esfuerzos y, cuando de verdad lo merezca, sácate premios de la manga.
A los chicos les da mucha seguridad sentir que esas normas están claras. Les hace sentir bien saber que se cumplen y respetan. Saber que las cosas están claras y está en su mano conseguir cosas. Uno de nuestros alumnos nos decía que su padre no le quiere porque no le pone normas. Exagerado o no, nos para paradigmático de lo que sienten. Su vida es un pequeño caos de inseguridad e incertidumbre. Las normas claras son algo así como unas gafas para su miopía.
Existe un sinfín de formas de objetivar este proceso y ayudarles a asumirlo. La semana que viene os ofrecemos una que es absolutamente recomendable por su claridad y eficacia: el contrato laboral. Pero, cualquier método vale y el mejor de todos es el que a vosotros os funcione en casa. Una vez que lo elijáis os recomendamos que sigáis los siguientes pasos de elaboración:
- Habla con tu pareja (si la tienes y colabora) sobre los objetivos que os parecen prioritarios, las recompensas que estáis dispuestos a ofrecer y el momento a comenzar.
- Juntaros todos, incluido el/los menor/es. Respetar el proceso sin interrupciones ni teles de fondo.
- Darle la palabra y contad con ella. Se trata de construir algo positivo para todos y es necesario que se sienta participe.
- Negociad con él o ellos, sin traspasar las líneas rojas que ya habíais acordado. Buscad justicia.
- Elaborar un documento en el que se formalice, de forma clara, los acuerdos establecidos.
- Colgarlo en un lugar visible.
- Revisarlo diariamente. Por ejemplo, justo antes de cenar. Dejad que lo haga él y simplemente aseguraros de que es objetivo (para bien y para mal).
- Periódicamente, según veáis que pierde eficacia, modificar los puntos a trabajar o las recompensas a obtener.
- Reforzar sus esfuerzos y ser consecuentes con las posibles pérdidas de refuerzos.
Escribidnos vuestras ideas, cómo lo habéis hecho, si ha sido eficaz... a por ello!
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- El contrato laboral, una estrategia para las normas de casa.
- En el libro Educar sin varita mágica hay un apartado que explica cuándo y cómo poner normas en casa. Más que recomendable para este asunto (ver Capítulo X. Normas de casa).
- Información complementaria al Cap. X en la web.
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