martes, 20 de noviembre de 2018

La curva del olvido | ¿Puedo controlar el tiempo que retengo la información?

Olvidar es no querer recordar el error
Enzo Gamboa

Olvidar es una acción involuntaria que consiste en dejar de recordar, es decir, algo que estaba en la memoria. No desaparece, simplemente, no encontramos dónde está, no sabemos llegar a la información buscada. Es como cuando no encuentras ese objeto en tu casa aunque estás convencido de que está por algún lado.
Como decimos arriba, es una acción involuntaria y esto es crucial. ¡Deja de luchar con tu hijo para que recuerde ese párrafo y vamos a enseñarle a estudiarlo de forma que sepa exactamente el lugar exacto de su cerebro en el que lo ubica y pueda encontrarlo cuando lo necesite!
En otras entradas hemos hablado de la memoria (ver cómo aprender a memorizar, cómo trabajar la memoria o algunos consejos generales), en esta entrada veremos porque olvidamos y como funciona nuestra memoria para tratar de evitarlo.

La memoria es un recurso limitado. No podemos almacenar todo lo que queramos ni saber donde lo dejamos. Por ejemplo, en memoria a corto plazo, está demostrado que de media somos capaces de recordar unos 7 elementos en 30" si no repasamos pero la potencialidad de nuestra memoria es inmensa si la trabajamos debidamente. Carl Sagan afirma que somos capaces de almacenar el equivalente a 10 billones de páginas de enciclopedia. Pensarás, ¿y que a mi no se me quede el nombre del presidente de Portugal? Nos pasa a todos.

¿Por qué olvidamos?
La explicación la encontró Hermann Ebbinghaus ya en 1885 y los estudiantes del mundo aún no lo tenemos interiorizado. El psicólogo alemán, trató de encontrar las variables que afectaban al olvidó y concluyó que lo que recordamos, la retentiva, depende de dos factores fundamentales.


El primero de ellos es el tiempo transcurrido y a él dedicaremos la presente entrada (dejaremos para la semana que viene el otro factor, la intensidad del recuerdo). Cuando tratamos de memorizar algo, llega a nuestra memoria y se desvanece de forma muy rápida. Desde que me lo estudio pueden pasar minutos hasta que la información estudiada se desvanezca en el olvido, de forma que, según los estudios realizados, pasado un día no recordaré más que la mitad de lo estudiado y tras dos días tan solo encontraré un 30% y a la semana solo retendré un 3%. 



¿Triste, verdad?, ¿cómo puede afrontar un examen con este panorama desolador? Pues controlando los tiempos de repaso. Si soy capaz de encontrar ese punto en el que mi retentiva está disminuyendo sin que haya desaparecido la información, podré repasar y volverlo a traer al primer plano de mi memoria. La gran noticia es que según Ebbinghaus y estudios posteriores, tras este primer repaso, la información se conserva de forma mucho más eficaz y duradera.

Ahora la información durará más tiempo pero seguirá tendiendo a desaparecer. Me toca hacer otro repaso, quizá pasados 2-3 días para volver a refrescar la información. Me daré cuenta que ahora la tenía más presente y que cada repaso es más sencillo y rápido.

¿Cuántas veces repito el proceso?, ¿cuándo sé que la información está consolidada? Pues dependerá de tú entrenamiento y tu capacidad de memoria. A los alumnos siempre les decimos algo que, si bien no es exacto es muy claro, la memoria es como un músculo. Hay gente que tiene mayor predisposición genética a tener "bola", le cuesta menos tener sus músculos a tope pero todos, absolutamente todos, podemos tener músculos. Se trata de entrenar de forma constante. El cerebro sigue esas mismas normas. Las primeras "flexiones" de la memoria son durísimas, y me dejan "dolor de cabeza" pero, poco a poco, veré como mi memoria cada vez está más en forma.

Es importante entender que, igual que para hacer músculos no vale solo con ir a la cafetería del gimnasio, para entrenar la memoria no vale tener el libro delante y leer, necesitamos "sudar". Lo contrario es una perdida de tiempo.

Si te interesa analizar el otro factor que afecta al olvido, además del tiempo transcurrido, es decir, la intensidad del recuerdo, visita la siguiente entrada.


Conclusiones
  • La memoria es limitada, entrenable y controlable.
  • A más repasos, más y mejor permanecerá en nuestra memoria la información estudiada.
  • Olvidamos porque nuestro cerebro busca liberar la memoria. Es normal e involuntario. No sirve de nada enfadarnos por eso. Gasta esa energía en planificar y repasar.

Continúa aprendiendo...

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