Explicación: Los deberes pueden convertirse en nuestro Talón de Aquiles. Puede llegar a su la piedra que aparece cada día y por la que la relación con mi hijo se deteriora o debilita.
En muchas ocasiones el menor ya está cansado. El colegio, las actividades extra escolares o el propio día le han vencido pero aún debe de hacer sus tareas para el día siguiente. Nuestra paciencia no siempre es la óptima en ese momento del día y a veces resulta complicado.
Unas veces son los distractores de su habitación o de su cabeza quienes disminuyen su rendimiento. Otras es la falta de motivación o una sensación de incapacidad la que le frustra y dificulta la tarea de terminar sus deberes.
Objetivo: Terminar "rápido" los deberes.
Estrategia: Os proponemos una dinámica para llevar a cabo cuando tengamos que hacer los deberes. Consistirá en seguir una serie de pasos para hacer que su tarea sea más programada y estructurada y que, además, encuentre motivaciones en una tarea en que, hasta ahora no parece encontrar.
- Utiliza un reloj de arena o un cronómetro. Pondremos tiempo a sus actividades y cuanto más concreto por asignatura, operación o actividad mejor. Favorecerá su concentración.
- Recurre a Post-its o carteles motivadores. Varíalo cada semana, escríbele un mensaje diferente y colócaselo delante cada día. Vamos a darle ánimo.
- Puntúale su esfuerzo, velocidad y cuidado, con notas. Por cada tarea o asignatura una nota diferente. Refuerza lo que hace bien.
- Recuerda, en la medida de lo posible, hacer los deberes antes de los premios o motivaciones de la tarde (salir a jugar, ir con amigos, etc.). Estará más descansado y sus ganas por acabar serán mayores.
- Plantéale que acumulando puntos, como premio, conseguirá más minutos de juego. Tú sabes que cuanto antes termine tendrá más tiempo para jugar pero a él no lo ve tan sencillo. Plantearle un premio, un refuerzo positivo, lo motivará. Intenta estructurar muy bien los minutos de premio a los que equivalen los puntos. Cuanto más programado más justo y menos discusiones posteriores.
- Crea TRES PREMIOS ANIMALES que recibirá en función de su esfuerzo con los deberes. El Premio Lagartija lo recibirá cuando haga sus tareas rapidísimo: Puede ser un masaje, leer su cuento favorito o escuchar juntos su canción. El Premio Saltamontes será para días en que, aunque lo hemos tenido que hacer en diferentes momentos por su cansancio o por la cantidad, se ha esforzado: Podremos hacer la cena juntos, mimos extras o batalla de cosquillas. Y, finalmente, el Premio Tortuguilla, para días en los que la pereza ha causado estragos pero qué, aún más lento de lo acordado, ha acabado su tarea: Podremos darle un beso de fuerza, un beso de ánimo o recoger la mesa juntos.
Es probable que, poco a poco, su dinámica de trabajo vaya fluyendo y qué, el buen trabajo de hoy nos de y le de frutos en no demasiado tiempo. Implícate al principio y después deja que asuma responsabilidades después.
Nota 1. Recomendamos leer el Capítulo XVI del libro Educar sin varita mágica que trata la falta de organización en los menores.
Se agradece alguien que no cree polémica con el dichoso tema de los deberes. Podemos hablar horas sobre sí son convenientes o no pero, lo que tengo claro es que, si los mandan, hay que hacerlos de la mejor forma posible.
ResponderEliminar¡¡¡¡Gracias!!!!
Demasiados blancos o negros, ¿verdad? Somos muy aficionados a los grises. Nos alegra de que te haya gustado.
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