Mostrando entradas con la etiqueta Dudas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Dudas. Mostrar todas las entradas

miércoles, 19 de febrero de 2020

¿Y yo? | La importancia del equipo


Explicación: Tener un hijo puede resultar la aventura más bella, apasionada y dulce de nuestra vida, pero también es un momento de incertidumbre, de nuevas emociones y sin lugar a duda, una nueva forma de vivir. La llegada del primer hijo lo cambia todo. Dejamos de ser dos para ser tres y en ocasiones tres diferentes personas que no conocíamos. Los adultos intentamos acoplarnos y gestionar todas las circunstancias nuevas con la mejor intención, con el deseo de disfrutar y no sentirnos superados. Caer en el error, confundirnos y afectar a la persona de nuestro lado es mucho más fácil de lo que imaginábamos. Sois un equipo, ambos vivís algo fantástico pero a la vez el no saber, las diferentes emociones que aparecen, las dificultades, las pocas horas de sueño y el deseo por hacerlo bien nos lleva a conductas egoístas, a menospreciar consejos o simplemente no aceptar nada más allá de lo que uno opina. Todas estas conductas, aunque son normales y proceden de la intensidad del momento, dan lugar a posibles consecuencias. Una de ellas puede ser el rechazo de uno de los miembros.

Conductas erróneas que derivan en un posible rechazo por parte del menor a uno de los dos progenitores:
  • Menospreciar a tu pareja.
  • Reprocharle lo que hizo o no hizo.
  • Quitarle autoridad públicamente.
  • Definir roles incorrectos. Ejemplo: el encargado de ser el protector, el único que pone las normas o quien otorga los premios.
  • Que uno de los miembros no dedique tiempo agradable a su hijo.
  • No funcionar en equipo.
  • Un solo miembro se ocupa de las responsabilidades del menor (poli malo y poli bueno).
  • Uno de los miembros no encuentra aspectos o actividades comunes.

Objetivo: Qué mi hijo quiera pasar tiempo conmigo, que se sienta agusto a mi lado.

Estrategia: Utilizaremos lo que hemos llamado la Estrategia de amor. Consiste en seguir los siguientes pasos: 
1. Me analizo a mí mismo: ¿Cómo me siento?, ¿qué pensamientos aparecen en mi cabeza?, ¿qué creo que estoy haciendo mal?, ¿qué creo que hago bien?.
2. Descubro cómo es mi hijo y que le gusta. Para ello escúchale o simplemente observa lo que haga, te dará muchas pistas.
3. Hago una lista de posibles mejoras:
  • Actividades que podría hacer con mi hijo (deportes, ocio, acompañarle, etc.)
  • Encuentra momentos para vosotros solos que sean agradables para ambos.
4. Hablo con mi pareja y le explico cómo me siento.
5. Le pido a mi pareja ayuda, sugerencias para mejorar. Seguramente ella verá las cosas con una perspectiva diferente que, si escucho, me pueda aportar mucho.
6. Juntos analizáis la lista de conductas erróneas anteriormente detallada y cada uno expone posibles mensajes o conductas que puedan dar lugar a la situación que estáis viviendo.
7. Y ahora… disfruta... Hagas lo que hagas, si partes de las premisas anteriores y la buena intención, estará genial! Será una oportunidad, un rato vuestro y poco a poco estarás mucho más cerca de él. Además no dudes de que el valorará los intentos por muy torpes que puedan parecerte.

Nota 1. Recomendamos leer el Capítulo IX del libro Educar sin varita mágica que trata el cuidado de la pareja, y nuestra famosa Gynkana, que asegura risas, fuera complejos y un interesante punto sexual. 

miércoles, 11 de diciembre de 2019

¿Cómo hago en Navidad para..? | Consejos para padres


¿Sabrá mi hijo quienes son los Reyes Magos?, ¿cómo hago para que no se entere?, ¿cuál es la edad normal para qué lo sepan?, ¿tendría que contárselo yo antes de que me tome por mentiroso?, ¿cómo sé si mi hijo lo sabe ya?, ¿cómo se siente mi hijo ahora que lo sabe?, ¿por qué se pone tan nervioso cuando llega Papá Noel si sabe que es la tía Ana o no duerme en toda la noche si asegura que no cree?

Estábamos en el recreo cuando Paula se acercó a mi amiga Marina y a mí y nos confesó el secreto. Si chicas, me he enterado, los reyes son xxx xxxxxx. Recuerdo esas cinco palabras como cinco espadas clavadas en mi corazón. En ese momento aparecieron en mi cabeza muchos pensamientos. "Es imposible, ellos nunca me comprarían tantas cosas". "No puede ser verdad, no se han podido gastar tantísimo dinero". "Es algo tan maravilloso que no puede ser mentira". "Yo les he visto, incluso les he tocado y hablado con ellos". "Mi prima me dijo una vez que vio a Baltasar dejando un regalo, a partir de aquel día no fue capaz de dormir cada noche de Reyes".

Una vez asumida la noticia por mi mente pasaron ideas diferentes: "Mis padres no pueden enterarse de que pienso esto, sino se pondrán muy tristes". "Si yo les cuento que lo sé, se terminará mi ilusión, no podré sonreír ni desear que vengan los Reyes". "Yo quiero otra Navidad igual, si cuento algo todo cambiará...". Y así en completo silencio pasaron dos años, hasta que mi hermano pequeño lo confesó.

Esta es nuestra historia. Seguro que la tuya es diferente, ¿o no tanto? De igual forma nuestras dudas como padres no son tan distintas. Vamos a intentar resolver algunas de las preguntas que más nos han hecho acerca de este tema a lo largo de los años. Esperamos os sirvan:


1. ¿Sabrá mi hijo quienes son los Reyes Magos? 
Sea como sea, ilusiónate junto a él. Permítele que sonría, que sueñe, que se divierta, que siga creyendo en las historias y en los cuentos. Todos necesitamos soñar. Incluso muchos adultos estos días fingimos ser sordos, ciegos e inocentes. Nos ponemos nerviosos cuando llegan los Reyes en la cabalgata, nos emocionamos dejándoles antes de dormir un poquito de comer o la zapatilla justo al lado del sofá dónde dejarán mis regalos. No importa tanto la edad sino la ilusión, el dejarse llevar. Y los niños como nosotros, lo necesitan. Introdúcete en la Navidad cómo te pida el cuerpo, es posible que tu hijo te siga, sino, déjale crear su camino, su propio misterio. Tal vez se enfade porque le hablas de los Reyes y el ya no cree, no le discutas, trasmítele que cada uno vive estos días como prefiere. Puede que se muestre triste porque le encantaría creer pero ya no puede. Enséñale las luces, inclúyele en tus tareas o rituales navideños, quizá necesite ver esta Navidad desde otro prisma.

2. ¿Cómo hago para que no se entere? 
No hagas nada, la naturaleza manda y le tocará el momento. Totalmente comprensible tu miedo a que sea ya y el deseo porque sea lo más tarde posible. Haz algo mucho más inteligente que preocuparte, ocúpate en que sea mágico, que haya ilusión, en divertiros muchísimo, en compartir escapadas, exposiciones y eventos. Disfruta y seguro que sigue soñando mucho tiempo.

3. ¿Cuál es la edad normal para que lo sepan? 
No hay edad ni momento oportuno. Las estadísticas apuntan que es alrededor de tercero de primaria, por su desarrollo madurativo, pero cada niño, cada cabeza y cada circunstancia cambia. Lo que está claro es que si no hubiera aparecido mi amiga Paula, otro o yo misma hubiera descubierto la verdad.

4. ¿Tendría que contárselo yo antes de que me tome por mentiroso? 
No conocemos ningún padre en la cárcel por fingir ser Rey Mago, ni siquiera nunca he conocido un niño que acuse de mentiroso a su padre por dicha sentencia. Eso sí, es posible que en el momento que tu hijo se enteré, se enfade, te lo reproche, te haga sentir cruel y despiadado. Pero no te engañes, está frustrado y con razón. Hasta hoy había magia y acaba de desaparecer. Aceptar que la magia puede seguir, pero de otra manera, surgirá poco a poco.

5. ¿Cómo sé si mi hijo lo sabe? 
Hay niños que espían, otros que se enfadan, algunos preguntan mucho o se hacen los despistados. De la forma que sea siempre actúan y por su corta edad lo suelen hacer con bastante torpeza. Interpretan papeles para que no les descubras hasta el punto de creérselo.

6. ¿Cómo se siente mi hijo ahora que lo sabe? 

Posiblemente sienta tristeza, enfado, rabia, se muestre frustrado, insultado por el mundo, desconfiado, deseoso por continuar ilusionándose pero serán emociones que duren poco. Duran horas o pocos días. La mayoría de los niños lo procesan con gran velocidad. Cuando lo descubren suelen tener la edad suficiente para que su cerebro se encuentre en una encrucijada. Por una parte quieren creer pero hace tiempo que saben que la magia no existe y claro, esto es magia. Así que de forma natural, su cerebro reestructurará sus pensamientos y no les permitirá sentirse defraudados durante mucho tiempo.


7. ¿Por qué se pone tan nervioso cuando llega Papá Noel si sabe que es la tía Ana o no duerme en toda la noche si asegura que no cree? 
Por la ilusión. Es mucho más poderosa que cualquier verdad. Todo es más fácil y posible. La ilusión despierta al que siempre quiere dormir, al que llora porque ha perdido, a quien está sufriendo y al que de nuevo ha vuelto a fracasar. Da igual lo que creas, lo que te hayan contado o incluso eso que durante el curso creías que se trataba de un cuento de pequeños. Llegan las luces, los villancicos, las sonrisas, muchos más abrazos y besos y con todo ello rebosante de ilusión. Además, quien quiere subirse al carro sabe que tiene diversión asegurada.