Explicación
¿Qué es la autoestima?
Juan, de diez años, considera que la autoestima es quererse, no hacerse el chulo ni aprovecharse de los demás. Cree que consiste en cuidarse no solo con una alimentación sana y durmiendo las horas necesarias sino hablándose bien, dándose ánimos y mensajes de confianza. Explica que hay que proteger la mente pensando antes de hablar, porque sin querer solemos equivocarnos y meternos en líos. Piensa que decir cosas bonitas y escucharlas hace el corazón más fuerte. Y que sonreír te hace tener super poderes de diversión.
Los niños necesitan ser felices, no ser los mejores. Sentirse bien con ellos mismos. Valorar sus esfuerzos y disfrutar de los resultados que van consiguiendo. Nosotros, los adultos, somos claves en su aprendizaje, ellos actúan como esponjas que absorben toda la información que les proporcionamos. Nuestro diálogo posiblemente no moldee su desarrollo emocional pero si perfile la forma de cuidarse y de quererse que vayan adoptando.
¿Qué le aporta al menor aprender a cuidarse a si mismo?
Valentía, seguridad, capacidad de encontrar soluciones a los problemas y dificultades a los que se enfrente, calma, confianza... felicidad.
¿Qué provoca en el menor la baja autoestima?
Los niños con baja autoestima sufren miedo, inseguridad, desconfianza, frustración, irritación, tristeza...
Objetivo
Que mi hijo aumente su autocuidado físico y emocional, su autoestima. Para ello le proporcionaremos y explicaremos las siguientes pautas.
Estrategias positivas (a fomentar)
- Presta atención en las actividades que le gustan y le hacen disfrutar.
- Anímale con fuerza y seguridad cuando se equivoque.
- Explícale que no todo se consigue pero si se intenta algún día llegará.
- Cuéntale que existen límites y que habrá actividades que no podrá realizar.
- Permítele que se equivoque aunque para ti suponga algo evidente y muy sencillo.
- Conviértete en su fan, anímale y celebra sus éxitos por muy pequeños que sean.
- Escúchale, a veces ellos necesitan explicarnos cómo podemos ayudarles.
- Enséñale a animar a su hermano y a sus compañeros. Entrenarlo juntos y terminará animándose a sí mismo y sientiéndose mejor.
- Corrígele con calma y buen tono. No se trata de conseguirlo ya, sino de mejorar si él lo desea.
- Concédele espacios, tiempos de cambio. Si no es el momento, ya aparecerá.
- Ofrécele responsabilidades. Nadie es más poderoso que un niño comprando el pan solo.
- Valora su esfuerzo, los intentos y la actitud positiva. Es clave en su felicidad.
- Pregúntale cómo se siente.
- Hablar de eso que a él le gusta hacer.
- Recuérdale que tu le querrás independientemente de los resultados que obtenga, sobretodo si da lo máximo que tiene.
- Enséñale que cada uno es diferente y que eso nos hace maravillosos a los seres humanos.
Estrategias peligrosas (a evitar)
- Decirle que todo lo hace perfecto aunque lo realice incorrectamente.
- Comparar con los que si consiguen hacerlo o los que lo hacen mejor.
- Animarle a dejarlo porque no es lo suyo y le cuesta mucho.
- Corregir con prisa, gritando, porque te cansa, aburre o no tenéis tiempo.
- Utilizar etiquetas como "torpe" "tonto". Ese tipo de palabras ponen nombre a sus dudas.
- Centrarte en el resultado te hará desesperar.
- Cuidado con sobreproteger, es complicado aceptar que tu hijo sufre si tu puedes subsanarlo, pero es necesario.
- Presionar genera ansiedad descontrolada.
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