Explicación
Los niños nacen motivados para el aprendizaje. Es un instinto natural. Explorar el entorno, experimentar con lo que tienen a su alcance y afianzar conocimientos. Está ampliamente demostrado que descubrir y conocer produce en ellos un sentimiento de placer.
Igualmente es cierto que existen diferentes aspectos que entorpecen el deseo de continuar con ese anhelo de ampliar fronteras: la falta de cariño, la inseguridad, distorsiones en las recompensas, falta de normas, desatención, el tiempo, las limitaciones, etc. Todos ellos son factores que actúan como piedras dañinas en el camino del aprendizaje.
Objetivo
Conseguir que aprendan a pesar de las posibles dificultades personales o circustanciales.
Estrategia
Existen áreas, nosotros las llamamos "cajitas", que son indispensables en nuestra vida. En el proceso de aprender, con una alta probabilidad, alguna de estas cajitas puede estropearse. A veces esa cajitas resultan indispensables y sin reconstruirla no podemos aprender, otras veces podemos resistir con una cajita estropeada, pero será un riesgo para cuando se nos estropee otra. El truco será intentar descubrir cuales son esas cajitas, como de cuidadas las tengo, saber si debo trabajar por mejorarlas y con que intensidad. Y si dudas de sí está o no estropeada, ¡Tranquilo! No conocemos ninguna caja que no esté encantada de que la cuides un poco, son muy agradecidas.
- Cajita de autoestima. La autoestima ha podido ser dañada cuando el niño se ha sentido incapaz o cuando ha fallado varias veces. En ocasiones el propio proceso de apredizaje ha sido complicado, ha sufrido o no ha se ha sentido lo sufientemente animado o reforzado para el esfuerzo realizado. Otras veces es su propia mente la que es capaz de hundir su amor propio a través de mensajes negativos. ¿Cómo podemos arreglar esa cajita? Conviertete en su entrenador personal, crea junto a él un cartel con auto instruciones positivas, valora con tu atención y cariño sus logros. Una opción concreta podría ser meter papelitos juntos en una bolsa. En cada papel escribirá recuerdos de cosas que consiguió, momentos en los que ha sido feliz, objetivos pequeñitos que cree que puede conseguir y cada progreso que vaya apreciando en su aprendizaje. Al día puede coger hasta tres papelitos y durante unos minutos recordar o pensar en ellos. Servirán como refuerzo para aquellos momentos en los que se sienta un poco más desanimado (ver más sobre autoestima en menores).
- Cajita de motivación. La motivación se ve afectada cuando no conseguimos lo que nos proponemos, cuando no logramos lo que deseamos y nos sentimos frustrados ante los intentos o el esfuerzo no recompensado. ¿Cómo podemos mejorar la cajita de la motivación? Define cada pasito en su camino, intenta crear junto a él objetivos reales, pequeños, muy pequeños, lo más factibles posibles. Al principio busca objetivos que sen muy posibles de conseguir. Dibújalos o escríbelos en grande y colócalos en un sitio visible. Define junto a él tres estrategias para conseguir esos objetivos y una recompensa negociada para cuando lo consiga (ver más sobre motivación en menores).
- Cajita de seguridad. La seguridad se daña tras cometer errores, cuando uno no se valora o se cree incapaz de alcanzar metas. A veces la estropeamos por no saber cómo actuar o por exigirnos la perfeccióna nosotros mismos. ¿Cómo podemos arreglar la cajita de la seguridad? Crea un esquema en el que pueda apoyarse. Sin hacer o decirle que hacer, actúa como puente, acompáñale en el aprendizaje pero deja que sea él quien luche. Organiza cada actividad como un reto, crea pautas y trucos junto a él, plantéale preguntas para descubrir cómo conseguirlo. Házle protagonista de su camino yendo a su lado.
- Cajita del éxito. Carecemos de sentimiento de éxito cuando creemos que no hemos conseguido nada, nos exigimos retos demasiado grandes, al no valorarnos adecuadamente, etc. ¿Cómo podemos arreglar esa cajita? Enséñale a medir los éxitos de forma coherente a sus capacidades. Podemos crear juntos un metro (que marque desde un metro hasta los diez metros), que mida la longitud-valor de cada reto que se proponga. Plantea cuantos metros ha de conseguir superar para lograr lo que desea. Ejemplo, hacer dos problemas de matemáticas correctamente, es posible que en este momento sea un objetivo muy complicado y para ello requiera superar 8 metros. Si lo consigue ha de sentirse super exitoso, pero en el caso de conseguir un problema correcto lograré 6 metros, de lo cual también se sentirá muy feliz por lo logrado. El metro actuará de representación lógica y más visible para él y podrá apreciar de forma realista sus avances.
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