Capítulo 4. Disminución y control de la ira

Ira, cabreo, enojo, rabia... y muchos otros términos más coloquiales son algunas de las formas en los que nos referimos a una de las emociones primarias. Tras la ira encontramos diferentes sentimientos que desembocan en ella. Puede ser el rencor, la desesperación, la frustración, la furia o el dolor que, al no saber controlarlos mejor, nos llevan a intentar escapar o enfrentarnos a la dificultad de origen.

Cuando la ira aparece nos ponemos rojos, nuestras pulsaciones van a mil, nos manifestamos agresivamente, respiramos con fuerza, es decir, preparamos a nuestro cuerpo para una respuesta física, a menudo violenta. Dejamos nuestro cerebro a un lado. Son nuestros músculos, la adrenalina o la amígadala la que domina nuestro comportamiento.

Debemos recordar que la ira, como emoción que es, es natural. Existe en nosotros. Hasta la persona más tranquila no está exenta de su presencia. Ahora bien, necesitamos saber controlarla, canalizarla o manifestarla de una forma medida que no provoque consecuencias negativas ni a nosotros ni a nuestro alrededor. 

No es una tarea fácil pero si altamente reconfortante y saludable.

Materiales
- Explicación: Como expresar la ira (Johan Wennermark). Duración: 4'31". Castellano.
Tipos de ira, como actuar cuando aparece, etc. 
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- Explicación: Canalizar la rabia saludablemente: El método del codo (El mundo de Neus). Duración: 10'15". Castellano.
Una forma de sacar la rabia y canalizarla.
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Recomendaciones
- Película: Te doy mis ojos (Iciár Bollaín, España, 2003). Duración: 1h 49'. Castellano.

Webgrafía
Sencillos pasos para tratar de reconducir y expresar la ira en los menores.
- Artículo: La ira no es la respuesta (elpais.com).

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