miércoles, 30 de mayo de 2018

No somos perfectos.. menos mal! #soy_imperfecto

¡No somos perfectos! Los humanos somos seres capaces de cometer fallos a menudo, incluso repetirlos hasta la saciedad. Tratamos de corregirlos pero somos tozudos, nos cuesta aprender. Séneca afirmaba que hace falta toda una vida para aprender a vivir y es indudable que así es. Somos increíbles, complejos e imperfectos. 

A priori esto puede resultar una obviedad. Somos conscientes de nuestras limitaciones y a menudo aún tenemos más facilidad en ver las del resto. Lo curioso es que si todos somos así y lo sabemos ¿por qué aparentamos ser perfectos?, ¿a quién queremos engañar?

Es fácil acusar a la publicidad, a los medios o a nuestros propios complejos. Quizá todos tengan parte de culpa en ello pero, en esta ocasión, nos vamos a centrar en otro de los puntos claves de esta farsa: nuestros educadores, nuestros modelos.
          - Papá, mamá, ¿cómo se forma el arco iris?
          - ¿Me ayudas a hacer una raíz cuadrada?
          - ¿Qué sucede cuando morimos?

Con estas y muchas otras preguntas nuestros hijos nos suelen descolocar y es común ofrecer respuestas vagas del tipo "No es el momento", "Ya te lo explicarán en clase" o cambiar de tema. A menudo les culpamos de nuestros fallos "Si no estuvieras revoloteando a mi alrededor no se me habría caído", "Llegamos tarde por tu culpa". No asumimos nuestra limitaciones o nuestros errores ante nuestros hijos y, así, les enseñamos a ocultar sus carencias. A mentir. A temer el desconocimiento o los fallos. Somos sus modelos y, como hacemos con tantas otras cosas, tenemos que enseñarles que no sabemos todo, nadie lo hace. Nos equivocamos con una enorme frecuencia. Es así y es normal. A ellos les va a pasar lo mismo y no es un problema.

"La verdad es que no lo sé pero, ¿qué te parece si lo buscamos?", "¡Qué buena pregunta!, nunca me lo había planteado. ¿Te parece que se lo preguntemos a alguien a ver si lo sabe?". Nuestros hijos merecen saber que no somos superhéroes sino personas preciosamente imperfectas, como ellos mismos lo son. De esta forma les permitiremos cambiar los miedos por la inquietud, los complejos por las ganas de aprender. 
#soy_imperfecto

Más información
. Os sugerimos un vídeo que muestra, con la perspectiva de la edad, como ven un grupo de mujeres la búsqueda de la perfección a lo largo de su vida y como debemos relajarnos y aprender a disfrutar la vida. Quitarnos la presión de ser la madre perfecta, el padre perfecto, la pareja perfecta... somos lo que somos y debemos asumirlo y buscar nuestra mejor versión, esa que aprende y disfruta del aprendizaje (versión original).

3 comentarios:

  1. Hola, me llamo Carma y os sigo desde hace tiempo. ¡Qué gran verdad lo de los superpadres farsantes! Nunca había pensado ese medio complejo que mostramos ante nuestros hijos.. Gracias por enseñarme lo torpe que puedo llegar a ser.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Carma que gusto tener personas cerca tan sensatas. Así creemos, ser expertos de caer y levantar, felices por intentarlo y reconocer que todos nos equivocamos. Un placer contar con padres así en nuestro camino de educar.

    ResponderEliminar