miércoles, 17 de junio de 2020

¿Cómo afronto las vacaciones de verano?

¿Qué ganas tengo de que se acaben las vacaciones y vuelvan a clase? 
Esto de vacaciones tiene poco
Son algunas de las frases que solemos escuchar o decir cuando las largas vacaciones estivales nos superan. No estamos acostumbrados a pasar tantas horas con ellos y su constante atención y demanda nos supera. Es quizá esta la clave. El poco tiempo que compartimos gran parte del año nos acostumbra a estar demasiado pendientes de él. Tanto para el hijo como para el padre esta relación se convierte en habitual y ni él se acostumbra a jugar solo ni nosotros sabemos ocuparnos de nuestras tareas o disfrutar de nuestro tiempo cuando estamos juntos. Aprender a compartir espacios y momentos sin que necesariamente implique que interactuemos todo el rato será la clave de la felicidad de ambos.

Parece sencillo pero, ¿cómo lo hacemos?
  1. Planifica. Hacer un calendario, plantear las actividades a realizar de forma conjunta y representarlo en una cartulina hará todo más fácil (os proponemos una actividad similar para ver como realizarlo aquí). 
  2. Genera ciertas rutinas y responsabilidades para las semanas de vacaciones. Trata de establecer junto a él una parte del día estructurada. Puede ser su media hora de lectura, de instrumento, de pintar o de repasar conceptos que nos entendimos bien en el curso. Se trata de que no olviden la generación de responsabilidades. Según se acerque el inicio de las clases trataremos de poner en marcha un plan de adaptación como éste.
  3. Organízate con amigos o familiares. Busca a gente dispuesta a compartir responsabilidades. Puedes organizar una actividad para varios niños hoy tú y la semana que viene otra persona. Ayudará a socializar, compartir, será una plan atractivo para ellos y descargará las agendas de adultos.
  4. Prepara planes diferentes y útiles para todos. Cocinar juntos lejos de ser un deporte extremo puede ser algo interesante para todos: colaboración, autonomía, asumir responsabilidades, entender lo que la preparación de comida representa, trabajo en equipo, etc. Limpiar, preparar maletas, organizar las cosas de la piscina o playa... Nuestros hijos están deseando asumir responsabilidades, eso sí, las necesitan como en los muebles de IKEA. Paso a paso, todo muy clarito y con las herramientas disponibles.
  5. Asegura que tenga materiales a mano para sus tiempos libres. Pueden ser pelotas, legos, papel y pinturas, mandalas... lo que creas oportuno siempre que le permita entretenerse, sin sobreestímulos y, a ser posible, que le permita hacer cosas que te parezcan interesantes del tipo manualidades, lectura, pintura, música, etc. Esto vale para casa, los viajes en coche y las salidas. Creemos que proveer de demasiadas cosas a la vez puede ser contraproducente. Os proponemos, por ejemplo, tener un cajón o una caja en la que cambiemos periódicamente ese tipo de elementos a modo de sorpresa.
  6. Limita sus diversiones poco positivas. Nos referimos a las horas de móvil, de TV o de juegos de ordenador o consola. Estructura unos tiempos máximos en el calendario o haz que gane ese tiempo extra con actividades que os resulten más positivas. 
  7. Trata de que descubra el aburrimiento. Nooooo.. no decimos que le aburras tú pero si que entienda un concepto que ha pasado a ser nuevo y aterrador para los niños actuales: el aburrimiento. Durante el curso es difícil que se acerquen a él así que es un buen momento para ello. El tedio, la monotonía, el no tener que hacer es parte de la vida y necesitan descubrir que debemos asumirlo como tal. Deja que sea el mismo en que piense actividades a realizar, que busque trucos, imagine. Todo ello es fantástico para él. Recuerda que tú no eres el salvador de sus aburrimientos y tampoco lo es la TV, el móvil o los videojuegos. 
  8. Durante el verano los menores frenan su aprendizaje académico lo que provoca que pierdan hasta un 40% de lo aprendido el año anterior, especialmente en lengua y mates. Trata de evitar esto. Para ello busca un plan de lectura (mira estas estrategias), aprovecha cualquier excusa para practicar las mates (las recetas que utilizamos en cocina, su deporte favorito, las cuentas cuando quiere comprarse algo), revisa juegos en los que las matemáticas sean esenciales, etc. Hacer deberes no tiene porque ser "hacer deberes". Utiliza la imaginación y ofrece opciones.
Disfrutar de las vacaciones es un derecho de todos, de padres e hijos, y necesitamos respetar en enseñar a respetar esos derechos. Así que, trata de organizar vuestra agenda y vuestra vida de forma que todos seáis felices puesto que no hay mejor forma de querer al menor que desde la felicidad propia.

2 comentarios:

  1. Gracias por las ideas. Nos vienen fantásticas! Qué largas se nos hacen las vacaciones

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