miércoles, 5 de septiembre de 2018

Mi año en píxels

No siempre es fácil buscar un método eficaz, rápido y que aporte cosas en nuestro día a día. En la búsqueda de opciones para clase "Mi año en píxels" ha resultado ser efectiva. Aunque cualquier variante puede ser válida, os explicamos como lo hacemos nosotros.

¿Cómo lo hacemos?
Entregamos una plantilla a cada alumno/a. La opción de crearla cada uno es genial y a eso les animamos pero, por si acaso, entregamos esta (descarga la plantilla en pdf aquí).
Definimos los colores del termómetro emocional a la vez que, entre todos, intentamos explicar y razonar que significa para nosotros cada color. Este trabajo es imprescindible para que los chicos entiendan lo que significa y sepan hacerlo suyo. En muchas clases se coloca un bote de lápices con la escala de colores y el número al que corresponde cada uno pegado en celo. En otros casos, cada chico tiene su propia escala y pinturas.

¿Cómo se rellena en el día a día?
Nada más entrar a clase, antes de ponernos manos a la obra con libros y cuadernos, dedicamos unos minutos a colorear nuestra ficha y a charlar sobre algunas de las situaciones. Cuando la clase, las fuerzas y el tiempo lo permitan podemos empezar, para romper el hielo, definiendo nuestro termómetro emocional (ver más en Educar sin varita mágica, pág. 56, consideraciones previas), y explicando los motivos:
- (Profesor) Buenas chicos, hoy me siento en un 6. El motivo es que ayer por la tarde estuve muy espeso. Trabajé todo el rato y creo que no fui lo suficientemente inteligente como para saber parar a divertirme o hacer un poco de deporte. Por otro lado, llamé a una amiga que hacía tiempo con la que no hablaba y eso me hizo ilusión. ¡Ah! También me encantó como ayer os despedisteis entre vosotros al salir de clase. ¿En cuánto esas tú Fulanito?, ¡qué bien!, ¿Qué puedes hacer para intentar subir esa nota a lo largo de la mañana Menganita?, ¡lCuanto me alegro, lo mereces, Zutanita!
Los fines de semana se colorean los lunes. Igual ocurre con vacaciones y festivos, a la vuelta de los mismos.

*EducarLAB. En clases numerosas, no siempre es fácil medir los tiempos de dedicación a cada alumno. Preguntar al alumno que coincida con el día del mes ayuda a repartir tiempos y ser más justos.

¿Cuándo?
Puedes usar el año natural o el académico. Para nosotros es más sencillo el académico puesto que es para el que tenemos continuidad. Así pues, vosotros elegís, ¿septiembre o enero?

¿Quiénes?
Lo aplicamos en un amplio rango de edades y, por lo que nos contáis, aún hay gente más valiente. Desde los 8 años hasta los 16. Clases numerosas y grupos reducidos. Todo vale.

¿Para qué sirve?
Normalizamos emociones, las tratamos en el aula, nos permite gestionar y educar, acerca su estado emocional a la visión del profesor, favorece la expresión oral, les hace ser más conscientes de lo que sienten y como eso afecta a su día a día, solo con pasearnos mientras ejecutan la tarea nos dará una estimación de sus estados y, posteriormente, podremos profundizar en ellos.
Ejemplo de un alumno del curso pasado


Quizá te interese..

4 comentarios:

  1. Genial. Gracias por colgarlo

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado. Me resulta una forma sencilla de saber cómo llegan a clase mis alumnos. Ya la he descargado pero me surge una duda. Cómo lo hacéis, ¿año académico o natural?

    Os seguimos desde Canarias.
    Muchas gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nosotros lo usamos a año académico de forma que realmente sería Mi año en píxels 2017/18. Nos parece más intuitivo para ellos y, si lo ven casi completo, se animan en verano. Pero, lo que mejor se adapte a las necesidades de tu clase.

      Eliminar
  3. ¡Descargado! Mañana lo empezamos. ¿Está bien para quinto de primaria?

    Carlos.

    ResponderEliminar