miércoles, 31 de mayo de 2017

El rincón de observar y sentir, por Isabel Campo

¿Cómo trabajar las emociones en el aula?, ¿es posible que un alumno pueda reflexionar y aprender del comportamiento de sus compañeros mediante la mera observación? La respuesta a ambas preguntas en un rotundo sí. Hay muchas  posibilidades a este respecto pero la que os presentamos a continuación, a nuestro juicio, es una opción fantástica por lo práctica, sencilla y eficaz. 

La idea la propone nuestra Isabel Campo, psicóloga y orientadora de colegio, y a quien respetamos enormemente tanto en lo profesional como en lo personal. Os invitamos a aplicar el "Rincón de observar y sentir" en vuestras aulas o en cualquier espacio que invite a la reflexión o la relajación.


Actualmente es muy frecuente la estructura de aula por rincones: rincón de lectura, de escritura creativa, de experimentos… ¿y si creáramos un rincón de enseñar a observar?
Enseñar a los alumnos a observar, y sobre todo a tomar conciencia de lo que observan, de lo que escuchan, de lo que ven, o de lo que sienten. Todo esto puede ser fundamental para ayudarles a aprender a “percibir”, sobre todo en un momento en lo que todo pasa a demasiado rápido.
El crear un rincón en el que únicamente se escuche lo que sucede, como observador externo, sin poder hablar, o levantar la mano, en el que se aprenda a ser paciente, a escuchar a sus compañeros, a contemplar las actuaciones que suceden.
Como la información nos bombardea todos los sentidos, puede proponerse diferentes materiales que ayuden a los alumnos a centrarse en sólo algunos de éstos sentidos, por ejemplo: se puede disponer de un reproductor de música con cascos para oír música mientras se “VE” lo que sucede, o una venda que se pueda poner en los ojos para únicamente “OÍR”  lo que sucede, sin poder verlo;  dejando para más adelante la posibilidad de ver, oír, y contemplar lo que está ocurriendo.
Todas estas sensaciones o sentimientos que desencadenan las escenas, pueden escribirlas en un diario libre, los niños son muy creativos, hay que intentar no decirles lo que tienen que reflejar o cómo hacerlo. Puede ser igual de válido un dibujo, una frase o una simple palabra.
Para ello puede colocase una silla en un rincón del aula, siendo los propios alumnos los que diseñarían ese espacio que será de “ellos”, es importante que sea un lugar cómodo y acogedor.
Puede elegirse un día a la semana puede compartir libremente las experiencias,  cómo nos hemos sentido, si algo nos ha llamado la atención o si nos ha resultado difícil no poder participar y sólo contemplar.
Percibir lo que sucede a nuestro alrededor puede ayudarnos a resituarnos en ese espacio.
Isabel Campo (30 años)
Psicóloga.
Material complementario
Para facilitaros un poco el trabajo os proponemos dos fichas, una a modo de cartel para anunciar el lugar y otra con el objetivo del espacio.
 

Versión descargable e imprimible (alta resolución, 300 ppp):

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